Paolo, amante de los deportes y sobre todo de los espacios abiertos y naturales, cansado de ver truncadas sus expectativas por su condición de discapacitado, puso toda su imaginación en funcionamiento para cumplir sus deseos de tener autonomía en cualquier tipo de espacio, y de ahí la idea de la silla GENNY. Un gran proyecto avalado por el deseo de ser autónomo.
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